El herpes es un virus que una vez
dentro del cuerpo humano puede permanecer dormido y no provocar un brote
durante meses hasta que produce una erupción.
La frecuencia de la aparición de
los brotes varía de una persona a otra y está condicionada por la condición del
sistema inmunológico de la persona, entre más fuertes las defensas más difícil
es sufrir otro brote.
Factores que podemos evitar
Es importante evitar los siguientes
escenarios a fin de que los brotes de herpes sean mucho menos
frecuentes:
Estrés excesivo
Falta de sueño
Enfermedades virales como la gripe
Exposición a la luz ultravioleta como la de
las camas de bronceado.
Lesiones de la piel.
Algunos tratamientos que pueden ayudar a controlar
los brotes de herpes
La alga marina roja Gigartina, en capsulas
de 1,000mg. Tomada diariamente.
Aceite virgen de coco, de manera oral una
cucharada diaria ha demostrado prevenir brotes.
Aceite de almendro de bruja, aplicado con
una torunda de algodón sobre las lesiones, especialmente al principio del brote
pueden ayudar a detenerlo.
Peróxido de hidrogeno y lisina, esto directamente sobre las lesiones.
Aceite de Neem, este aceite originario de la
india es un tratamiento tópico para el herpes que ha dado buenos resultados, el
aceite de te verde también ha sido usado con éxito en el tratamiento del
herpes.
Vinagre de manzana, al igual que los
anteriores es recomendado como un tratamiento tópico para el herpes.
Hoy en día gran parte de la población padece
alguna variedad del virus del herpes, muchos pacientes reportan que las
medicinas no siempre tienen la efectividad que se espera y que tratamientos
alternativos han resultado de gran ayuda para reducir la frecuencia y severidad
de los brotes.